Como empresario, ¿de qué modalidades preventivas dispongo?

La elección del empresario de una de las cuatro modalidades preventivas: SPA (Servicio de Prevención Ajeno), SPP (servicio de Prevención Propio), asunción personal o designación de personal trabajador, es una obligación legal marcada, en muchos casos, por el tamaño, la actividad y la composición de la empresa. Esta definición se convierte en un requisito documental más en la gestión documental CAE y obliga a las plataformas a tener la suficiente flexibilidad para adaptarse a las distintas realidades empresariales, redundando en una mejora de la calidad del servicio prestado.

La Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de prevención de Riesgos Laborales sienta el precedente y la obligación de establecer un sistema eficaz de prevención de riesgos laborales. Adoptando para ello, una de las cuatro modalidades preventivas, en función de las características de la empresa, del tipo de actividad y del número de trabajadores.

El artículo 14 de dicha Ley, convierte el derecho del trabajador en obligación para el empresario. Es decir, este último debe el velar por una protección eficaz de los trabajadores en materia de seguridad y salud.

Las distintas modalidades preventivas y su integración en la compañía

Salvo en ciertas situaciones donde se establece la obligatoriedad de adoptar una modalidad u otra, en general la Ley permite al empresario elegir aquella que mejor se adapta a su situación:

• Asunción personal de la actividad: Para empresas de hasta diez trabajadores; o veinticinco, si se dispone de un único centro de trabajo y las actividades desarrolladas en la empresa no estén incluidas en ninguno de los dos casos en el Anexo I del Reglamento de los Servicios de Prevención. El empresario podrá asumir personalmente las actividades preventivas si realiza su actividad profesional de manera habitual en el centro de trabajo y dispone de una formación de, al menos, el nivel básico de prevención de riesgos laborales. Esta es la forma habitual para las pequeñas y medianas empresas de servicios.

• Designación de uno o varios trabajadores para llevarla a cabo: El empresario podrá designar a personal trabajador para colaborar activamente en las actuaciones preventivas de la empresa. El número vendrá definido por la capacitación, medios y tiempo para ejercer esas funciones. Los trabajadores designados deberán disponer de, al menos, el nivel básico de prevención de riesgos laborales, aunque su capacitación dependerá de los riesgos a que estén expuestos y la peligrosidad de las actividades. Ante tareas o situaciones peligrosas, lo habitual es que a estos trabajadores se les exija, como mínimo, una formación de nivel intermedio.

• Constitución de un Servicio de Prevención Propio (SPP): Esta modalidad es obligatoria para empresas con más de 500 trabajadores. También se aplica a aquellas con 250 empleados, si realizan actividades o procesos peligrosos o con riesgos especiales incluidos en el Anexo I del Reglamento de los Servicios de Prevención o cuando lo decida la Autoridad Laboral. En el caso de grupos de empresa o similares, pueden optar por la creación de un servicio de prevención mancomunado.

• Servicio de Prevención Ajeno: El empresario podrá concertar la actividad preventiva con uno o varios servicios de prevención ajenos cuando los medios internos sean insuficientes o si así lo desea el empresario.

La gestión de la modalidad preventiva en las plataformas CAE

Previo al inicio del intercambio documental, es fundamental identificar la modalidad preventiva elegida por la empresa. En este sentido, las plataformas para la coordinación de las actividades empresariales tienen que contar con suficiente flexibilidad para adaptar su configuración a las distintas realidades de las compañías. Una buena configuración de la plataforma basada en la naturaleza del cliente redunda en una gestión documental eficaz y mejora la coordinación de actividades empresariales.